Ey! Qué pasa, rapaces! Últimamente me está costando mogollón escribir, así que he decidido que de vez en cuando me voy a salir del artículo canónico en el que meto bibliografía a saco, y os voy a contar alguna cosa rápida para mantener esto activo, de forma más informal y personal…así nace «Fábulas de fauna«.
Hoy en fábulas de fauna, periodismo MAL y conflictos con la fauna.
Pues no estaba haciendo yo el otro día «scroll» por redes y me encuentro con una extraña noticia en la que hablan de zoos. ¿Qué raro, no?. En este caso, se trataba de un titular que decía, tal cual, que «Sacrifican a un oso cachorro en un parque zoológico por ser muy cariñoso con los humanos«. La noticia da para clickbait, pero…¿era cierta?

El titular, de telecinco, era cuanto menos extraño…así que me puse a indagar y en cinco minutos ví que se habían hecho un poco de lío. O eso, o decidieron que la verdad no les podía joder la realidad. La noticia estaba basada en un portal mexicano que no hablaba de ningún zoológico…¿WTF?
Periodismo MAL
La única referencia que encontramos del lugar del suceso es el parque Scoggins Valley. Con términos como «reubicación» y el departamento de caza y pesca implicado sorprende que nadie se molestase en comprobar que no se trata de un zoo, es un PARQUE NATURAL.
¿Qué ha ocurrido realmente? Otro caso de como alimentar a fauna salvaje es peligroso tanto para personas como para los animales. ¿Ejemplos? Miles: el sacrificio de primates como el macaco rhesus en la India se une a ejemplos más cercanos, como los mapaches de Madrid, los jabalíes de Barcelona o los macacos de Berbería gibraltareños. Todos ellos han sido sacrificados por acostumbrarse al ser humano.
Alimentar a fauna salvaje los hace dependientes del ser humano y los acostumbra, reduciendo su esperanza de vida y fomentando interacciones peligrosas con humanos al acostumbrarles a los mismos (transmisión de enfermedades o incluso ataques).
Imaginaos el peligro de que un oso enorme (2-3 años, que no os engañe el «cachorro») se acerque a las personas. Relocalizar a estos animales suele ser inútil ya que buscan a las personas igualmente. Existen pocas alternativas al sacrificio para garantizar la seguridad.
Los agentes llevaban días intentando manejar la situación de forma distinta como se ve en tweets como estos (tal vez mejor fuente de información que la usada…), y aunque se puede criticar el desenlace, lo cierto es que es un dilema difícil.

De hecho este problema se lleva viendo un tiempo: un parque de Colorado cerró ante conductas similares en osos, y la fiebre por los selfies ha aumentado los ataques de bisontes a personas…
Así que en realidad ningún cachorrito de oso ha sido sacrificado en un zoo por ser cariñoso. La realidad es que los turistas irresponsables han fomentado una decisión dura por parte del departamento de fauna y pesca de Oregón. Ojo al girito de la noticia.
Conclusión 1: Cautela a la hora de escribir noticias, si no sabéis de fauna consultad con gente que sepa pero no hagamos semejantes churros.
Conclusión 2: Dejad a la fauna silvestre en paz, no la toquéis ni la alimentéis porque ponéis en peligro vuestra seguridad y su bienestar.